Estimados
lectores:
Les
pongo en conocimiento de mi última investigación en el campo de la terapia
psicológica. El presente estudio va orientado a personas que padecen neurosis
aguda, ansiedad, angustia, estrés o simples cabreos permanentes por causas varias.
Salga
el afectado a la terraza o al balcón de su casa y grite con toda la potencia de
la que sea capaz:
¡RAYOS, TRUENOS Y
RETRUÉCANOS! TE ARRANCARÉ ESTE RANCAJO AUNQUE TENGA QUE RETAJARTE EL CUERPO Y
QUEDE COMO UN TAJO DE JIRONES. ¡ZORRO! ¡CRETINO! ¡JODIDO ZARRAPASTROSO! COGERÉ
TU CRESPA CRIZNEJA Y TIRARÉ CON RABIA COMO SI FUERA UN REDROJO REVIEJO Y
TRANZADO PARA ARROJARLA AL RETRETE, CUAL RIPIO O ARRAPIEZO SUCIO Y TRAPAJOSO.
Repetir
tres veces la operación.
Es
aconsejable beber después un vaso de agua para suavizar la garganta.
La
mejoría psicológica está garantizada. De 100 personas cabreadas que se
prestaron a probar dicho método, 90 declararon haber experimentado un considerable
alivio. Las otras 10 también, aunque éstas tuvieron algunos problemas para poder
salir del psiquiátrico después de que los loqueros irrumpieran en sus casas con
sendas camisas de fuerza.
De
nada.
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